sábado, 12 de octubre de 2013

Te vengo a Cantá!





Una gota de agua, una noche, una luna nueva, me hace recordar 
Siendo el pensamiento una cosa volátil, yo no sé porque no te puedo olvidar 
Olvidar, para que olvidar, para que olvidar esos momentos lindos... 
Olvidar, para que olvidar, para que olvidar esa felicidad... 

Buscando un poco de paz y buscándote a ti yo me perdí, 
Me perdí, me perdí, me perdí, me perdí, pero yo aprendí, 
Aprendí, que para hallar la luz, hay que pasar por la oscuridad 
Aprendí, que para uno encontrarse, tiene que buscar en la raíz, 
En la familia, en el pueblo, en la tierra, allí donde un día tú fuiste feliz, 
Aprendí, que perder y perdonar son dos remansos que le dan a uno tranquilidad.
Aprendí, que no soy sólo yo y que somos muchos más, 
Muchos más soñando, sintiendo, viviendo, buscando la felicidad.
Aprendí, que el camino es largo, que el camino es duro, pero se puede llegar, 
Aprendí, que el camino es largo, que el camino es duro, pero se puede llegar. 

Una gota de agua, una noche, una luna nueva me hace recordar, 
Siendo tú la mujer más divina, fantasía que Dios un día hizo realidad. 
Realidad, para deleitarme, para navegar en tus encantos de mujer, 
Realidad, que fue mi verdad, pero un día te fuiste sin más nunca regresar. 

Con tanto sentimiento acumulao 
Y con el corazón aquí guardao 
Con tanto sentimiento acumulao 

yo te tuve que vení a cantá. 

Me salto de mi concha y yoo te vengo a cantá
Por la madrugá, por la mañanita, yoo te vengo a cantá 
Te vengo a cantá, morena, yoo te vengo a cantá 
Por el río Guapi, arriba en mi champita yo me vine, yoo te vengo a cantá 
buscándote por la orillita, yoo te vengo a cantá
Con el corazón lleno' e sentimiento, yoo te vengo a cantá 
Me dejaste en un mar de sufrimiento, yoo te vengo a cantá.

Me salgo de mi concha y yoo te vengo a cantá 
Te vengo a contar mi historia, yoo te vengo a cantá 
Me caía, me paraba, me perdía, aprendía y yo seguía, yoo te vengo a cantá 
En una noche estrellada te volviste un sueño y fantasía de Dios, yoo te vengo a cantá 
Duele, duele, duele, duele, negra linda vuelve ya, yoo te vengo a cantá 
Te canto esta serenata de amor, yoo te vengo a cantá 

Ahora yo vivo mi vida bien sabrosito y cantando 
Porque la vida es un goce y felicidad, yoo te vengo a cantá 

Te vengo a cantár...



Grupo Bahía - Compositor: Hugo Candelario Gonzalez.

 

domingo, 16 de junio de 2013

Tiempo y silencio




Una casa en el cielo
Un jardín en el mar
Una alondra en tu pecho
Un volver a empezar
Un deseo de estrellas
Un latir de gorrión
Una isla en tu cama
Una puesta de sol
Tiempo y silencio
Gritos y cantos
Cielos y besos
Voz y quebranto
Nacer en tu risa
Crecer en tu llanto
Vivir en tu espalda
Morir en tus brazos.
                             Cesárea Évora.

domingo, 9 de junio de 2013

"Aquellos ojos negros"


Y entre todo lo que somos, somos en buena parte una conjunción de lo heredado, más que los rasgos, más que la raza, son las herencias del alma las que nos hacen especiales. Yo soy una mezcla rara, una mezcla de mis abuelos y de mis padres, soy como una receta, una pizca de aquí, una pizca de allá, y me doy cuenta que entre más me pasan los años más aprendo de mí y a quererme (dicen que eso es lo que importa), sobretodo cuando descubro de quien vienen heredados ciertos rasgos de mi personalidad.

Mi mamá hace unos días me trajo unas cajas llenas de recuerdos para que yo decidiera que hacer con ellas. Fue entre estas cajas donde encontré unas cartas de amor de mis abuelos, me parecieron tan lindas y tiernas, que me pusieron a pensar en ese rasgo especifico de mi personalidad, ese lado romanticón y cursi, en la época de mis abuelos seguramente eso era la moda, enamorarse con el alma de alguien y dejar las vergüenzas a un lado para declarar el amor con cierta intensidad y dulzura, algo así como para querer meterse en el corazón del otro, como si eso abarcara el mundo.

Mi abuelo materno, el siempre fue especial, fue un hombre con muchas cualidades a pesar de su carácter, era de esperarse un hombre de carácter fuerte en un militar, pero debajo de ese carácter se escondía un hombre sentimental, romántico y enamorado. Vivió eternamente enamorado de mi abuela,  fue un amor intenso y apasionado, como de película, distó de ser perfecto, pero fue perfecto para ellos, que hasta el final de sus días se amaron y eso solo lo sabemos los que vivimos a su lado, por que a pesar de la fuerza de la costumbre y de los años, se les notaba en los ojos, en la mirada, en las palabras y no en los cuentos que le echaban a los demás el uno del otro.

Sé que pocos en la familia sabían que "Aquellos ojos verdes", era una de las canciones favoritas de mi abuelo, que sus ojitos se veían más azules cuando se la ponía y que se la cantaba a mí abuela, con  ciertos cambios más que obvios ya que ella no tenia los ojos verdes, sino negros y lindos, de mirada serena y esperanzadora. Había que conquistarla a diario y el siempre le cantaba, tocaba el acordeón, aunque tocaba baladas, nunca ballenatos.

Sé que cosas heredé de el, como lo sentimental y enamorada del amor que puedo llegar a ser, entiendo mi ser y mis falencias y sé que eso nunca estará mal, ya que en este mundo donde parece que va en detrimento el amor, un poquito de romanticismo o cursilería nunca caen mal, solo basta encontrar a la persona adecuada, ese hombre que me entienda y le guste como soy, que me dedique alguna canción de vez en cuando, que simplemente me abrace o me regale un beso largo, como para olvidar que el mundo allá afuera cada vez está más duro y malvado.

Y siempre soñaré que el amor si existe.

Pau.






miércoles, 5 de junio de 2013

Enmedio


 (sobre este país)

Hay el tiempo de las lluvias
torrenciales
hechas hilo de plata
por el sol

que sale enmedio de la lluvia
y establece un delirante verano.

En este mar tempestuoso
y congelado
con nieves eternas
y profundos valles
que hierven como calderos

y dos mares
que sin límites lo cercan

nieve y hoguera y selva
urbana y verdadera.

Vine a nacer aquí y no me arrepiento
y quizá vine a
morir también
en esta tierra.

- Enrique Buenaventura.

domingo, 5 de mayo de 2013

De abuelitas, abuelitos y otros ángeles benditos

"En el cielo, según es bien sabido, hay varias jerarquías. Están los ángeles y los arcángeles, los serafines y los querubines, los tronos, las virtudes, las potestades y las dominaciones.
También están los santos: las vírgenes, los mártires, los confesores.

Y luego están los bendecidos, aquellos que por su vida buena ganaron el edén.

Todos ellos se la pasan cantando eternas alabanzas al señor.

Hay sin embargo otro departamento aparte, ahí se encuentran los más felices entre todos los bienaventurados.

Son los abuelos y las abuelitas. Se la pasan hablando de sus nietos. Para ellos es el paraíso."

Fragmento del libro: “De abuelitas, abuelitos y otros ángeles benditos”
del mexicano Armando Fuentes Aguirre (Catón).


Ayer se fue para el cielo otro de nuestros angelitos, otro de nuestros abuelitos y es que en nuestra familia tuvimos muchos abuelitos, eran cuatro las hermanas, con sus respectivos esposos, y fue tan unida la familia siempre, que los tuvimos presentes desde que nacimos. Somos una familia inmensa, unida a pesar de las adversidades, por el amor que nos inculcaron siempre.

Por parte de mi papá (de la familia de mi mamá les contaré otro día) tuve cuatro abuelitas y cuatro abuelitos, las hermanitas Fonseca, mujeres lindas y hermosas, que si algo de belleza tenemos sus nietas, viene seguramente de ellas. Afortunadamente aun nos queda una de ellas, y le pido a Dios le de larga vida, para poder disfrutar de su gracia y simpatía por muchos años más.

Y los cuatro abuelitos, hombres santos a mas no poder e inteligentes al casarse con ellas.

Ellos fueron en la tierra, nuestros ángeles benditos, resguardaron nuestra niñez y nos ayudaron a crecer por la vida con el corazón libre e inmenso, lleno de amor y de angustias pasajeras. Nos enseñaron las cosas importantes de la vida, que dista de las responsabilidades comunes, más se acoge a la responsabilidad de vagar por la vida con amor, de hacer bien las cosas y de disfrutar de cada detalle que la vida nos regala.

Como no aceptar que tuve una infancia maravillosa y que no tengo recuerdos tristes ni malos ejemplos. Gracias a ellos aprendí amar la navidad y las reuniones de familia. Aprendí que se debe viajar y conocer las maravillas que el mundo no esconde. De mi abuelita aprendí a cocinar, a hacer galletas, y todo tipo de postres y de lo importante que era para ella consentir al abuelito. Consentido el a más no poder, y eternamente enamorado de ella, de su belleza expuesta y de su belleza aun más inmensa, la de su corazón.

De mi abuelito aprendí a amar el campo, por que a pesar de ser médico y de los buenos, siempre le encantó ir a la finca con sus nietos, nos enseñó a pescar y comer trucha, a ordeñar a las muy 5:00 a.m. y a tomar leche recién ordeñada (y seguimos vivos para contarlo) el nos regaló el valor para explorar el mundo, inicialmente en la finca, que desde el punto de vista de un niño fue nuestro universo, inmenso; bosques, lagunas, quebradas, montañas...

De todos ellos aprendí que lo mejor en la vida, lo más delicioso y placentero es la familia; hermanos, tíos, primos, cuñados, hijos, nietos, reunidos los días que se nos permitan, sin más preocupaciones que disfrutar de nuestra compañía.

Lo sé sin temor a equivocarme, que nuestros abuelos fueron, nuestros mas valiosos cimientos, la razón por la cual creemos en la familia y en el amor, razón por la cual, hoy estamos dispuestos a conformar nuestras propias familias, y a revivir en nosotros mismos un poco de todos esos años maravillosos que nos regalaron. 

Es cierto que aun siguen siendo nuestros angelitos, pero hoy nos cuidan desde el cielo, nos dejaron con las herramientas necesarias para vivir nuestras vidas a cabalidad y nos vigilan desde allí, paso a paso, para que no nos equivoquemos, o por lo menos para que si lo hacemos, no nos duela tanto y así tener la fuerza  para volver a levantarnos.

Abuelitos, hasta luego, algún día volveremos a estar juntos y felices, mientras tanto los llevaremos en nuestros corazones, e intentaremos dejarle a nuestros hijos algo de sus muchas enseñanzas que enriquecieron nuestras vidas.

Con nuestro amor inmenso...siempre!

Pau.



viernes, 29 de marzo de 2013

Al Mahatma Gandhi

La vida es tan escueta, la sociedad tan pútrida, como un destino inerte al que queremos alzar las manos para saber si al fin puede salvarnos de este profundo abismo, cuanto dolor, cuanta decepción a cada paso, como si a alguien le importara más allá de su egoísmo despreciable...

Pau.


Les dejo unas palabras de un escritor que me ha gustado y del que hoy en adelante me propondré investigar más a fondo...

Al Mahatma Gandhi - Enrique Buenaventura *dramaturgo director artista plástico.


"A usted le parecerá raro
que un ateo que ama
solamente a las diosas
lo recuerde, recuerde al creyente,

al que vivía lleno de Dios
y vacío de toda vanidad.
Flaco hasta los huesos
calvo y anciano.

Terco y duro como acero
y sonriendo con sarcasmo
de la burla y del menosprecio
de los que nunca creyeron

que usted vencería
al gran imperio
con nada más
que con la claridad

como una pequeña lumbre
en un túnel sin salida
pero usted, Mahatma,
(Alma Grande) que no le cabía

en su magro cuerpo
usted que recogía la herencia
impalpable de Ramakrishna
y el fulgor solar de Vivekãnanda

usted le ganó la guerra,
desarmado y aparentemente
endeble, al gran imperio
sin alardes, ni gritos, ni violencia.

Déjeme inclinarme,
las manos juntas
en el saludo indio
y entrar en su Ashram
con los pies descalzos.

Sé bien que su Aimsa,
su arma secreta
no es exportable,
no es una fórmula

para acabar con las guerras.
El capitalismo es violento
y feroz y se alimenta de sangre
de mutilados y cadáveres.

Adiós, santo sin aureola.
¿Algún día terminarán las guerras?"



Enrique Buenaventura Nació, vivió y murió en Cali (1924-2003). Desde muy joven y hasta sus últimos años escribió poemas, cuentos, crónicas y se dedicó en forma autodidacta al dibujo y la pintura. La gran mayoría de su obra sigue inédita.



jueves, 28 de marzo de 2013

El desafio de Aristóteles


"Cualquiera puede ponerse furioso...eso es fácil.

Pero estar furioso con la persona correcta,


en la intensidad correcta, 


en el momento correcto, 


por el motivo correcto, 


y de la forma correcta... eso no es fácil".



                                                            Etica a Nicomano






viernes, 15 de marzo de 2013

Antes y después del matrimonio



Un poco de Humor que muchas veces es una realidad. 



Antes del matrimonio:


ÉL : ¡Sí!, Por fin. Que duro fue esperar.

Ella : ¿Quieres dejarme?

ÉL : NO! Ni siquiera lo pienses.

Ella : ¿Tú me amas?

ÉL : Por supuesto, una y otra vez.

Ella : ¿Alguna vez me has sido infiel?

ÉL : Noo! ¿Cómo te atreves siquiera a preguntar eso?

Ella : ¿Me besarías?

ÉL : En cada oportunidad que tenga.

Ella : ¿Te atreverías a golpearme?

ÉL : ¿Estás loca? No soy ese tipo de persona.

Ella : ¿Puedo confiar en ti?

ÉL : Sí.
 
Ella : ¡Mi amor!

Después del Matrimonio: Lea de abajo a arriba.