sábado, 21 de abril de 2012

Acuarela, en español....Divina!!!




En los mapas del cielo, el sol siempre es amarillo
y la lluvia o las nubes no pueden velar tanto brillo
ni los árboles nunca podrán ocultar el camino,
de la luz hacia el bosque profundo de nuestro destino.

Esa hierba tan verde, se ve como un manto lejano,
que no puede escapar, que se puede alcanzar, sólo con volar.

Siete mares he surcado, siete mares color azul,
yo soy nave, voy navegando, y mi vela eres tú...

Bajo el agua veo peces de colores,
van donde quieren, no los mandas tú...

Por el cielo, va cruzando, por el cielo color azul,
un avión que vuela alto, diez mil metros de altitud,
desde tierra lo saludan con las manos,
se va alejando, no se dónde va, no se dónde va...

Sobre un tramo de vía, cruzando un paisaje de ensueño,
en un tren que me lleva de nuevo a ser muy pequeño,
de una América a otra, tan sólo es cuestión de un segundo,
basta con desearlo y podrás recorrer todo el mundo...

Un muchacho que trepa, que trepa en lo alto de un muro,
si se siente seguro, verá su futuro con claridad...

Y el futuro, es una nave, que por el cielo volará,
a Saturno, después a Marte, nadie sabe dónde llegará,
si le ves venir, si te trae amores, no te los robes sin apurar.

Aprovecha, los mejores, que después no volverán.

La esperanza, jamás se pierde, los malos tiempos pasarán,
piensa que el futuro es una acuarela y tu vida un lienzo,
que colorear, que colorear...

En los mapas del cielo el sol siempre es amarillo 
(tú lo pintarás)
y la lluvia o las nubes no pueden velar tanto brillo 
(tú lo pintarás)
basta aún desearlo y podrá recorrer todo el mundo 
(tú lo pintarás)

Toqinho

viernes, 13 de abril de 2012

Estoy viva como fruta madura...


Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.

No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.

Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida,
el canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el colegio.

Si.
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos,
suelta como mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días,
desenrollando el tiempo
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.

Soy la mujer que piensa.
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas.



Gioconda Belli.