Como sacada de una de las historias fantásticas de Garcia Marquez, me encontré esta casa en San Francisco, un pueblo ubicado a unos cuantos kilómetros de Bogotá.
Hacia tiempo no visitaba este pueblo, quiero decir hace bastantes años y cuando llegue a el lo encontré apacible y encantador, pasamos un día grandioso y nos divertimos bastante.
Foto Cortesia de Isabel Cristina Benitez. |
Un jardín a donde llegan los picaflores de todos los tamaños y colores, ahí pensé que esto suele suceder en nuestro diverso e interesante país.
La historia de esta casa, cuya vida multicolor transcurre en su hermoso Jardín, comenzó con su interesante dueña, una señora que un día comenzó a darles néctar a los picaflores, con el transcurrir de los días poco a poco los picaflores o colibríes fueros llegando aun más a su jardín, la gente que iba a visitarla decía que estaba loca y se reían de ella, poco a poco y por la belleza que ofrecía el espectáculo de los picaflores, más y más gente continuaba visitándola. Ahora es paso obligado para coterráneos y extranjeros.
Foto cortesia de Isabel Cristina Benitez. |
Son aproximadamente más de veinte especies de colibríes, las que también visitan el jardín, de las cientos que existen en Colombia.
En su vuelo derrochan una energía imposible de igualar, enuncian la vida todo el tiempo, la felicidad de los instantes, dos mundos divididos por un cristal, enmarcados por una naturaleza multicolor, esmerada y cuidada por su dueña, para la felicidad de estos amigos alados, las verdaderas hadas, libres en la tierra, que llegan invitadas y sin serlo, bajo su propia voluntad.
Foto cortesia de Isabel Cristina Benitez. |
Les dejo este video para que vean lo hermoso que es y la grata experiencia que se vive, la cual no se deben perder.