viernes, 7 de septiembre de 2012

El jardin encantado


Como sacada de una de las historias fantásticas de Garcia Marquez, me encontré esta casa en San Francisco, un pueblo ubicado a unos cuantos kilómetros de Bogotá.

Hacia tiempo no visitaba este pueblo, quiero decir hace bastantes años y cuando llegue a el lo encontré apacible y encantador, pasamos un día grandioso y nos divertimos bastante.


Foto Cortesia de Isabel Cristina Benitez.
Pero lo que más me llamó la atención fue la casita de los picaflores,  cuando pasamos por ahí vimos cierta cantidad de gente entrando a esta casa, pero que hay ahí? le pregunte a un hombre de la región, quien me respondió riendo: es la casa donde llegan los picaflores, le dije a mi compañero de viaje que entráramos y lo que encontramos fue sorprendente y hermoso.

Un jardín a donde llegan los picaflores de todos los tamaños y colores, ahí pensé que esto suele suceder en nuestro diverso e interesante país.

La historia de esta casa, cuya vida multicolor transcurre en su hermoso Jardín, comenzó con su interesante dueña, una señora que un día comenzó a darles néctar a los picaflores, con el transcurrir de los días poco a poco los picaflores o colibríes fueros llegando aun más a su jardín, la gente que iba a visitarla decía que estaba loca y se reían de ella, poco a poco y por la belleza que ofrecía el espectáculo de los picaflores, más y más gente continuaba visitándola. Ahora es paso obligado para coterráneos y extranjeros.


Foto cortesia de Isabel Cristina Benitez.
Visitar este jardín es realmente encantador, el sonido de los pájaros engrandece nuestras almas, su belleza colma nuestros espíritus, vemos la perfección de la naturaleza, eso nos llena de alegria y esperanza.

Son aproximadamente  más de veinte especies de colibríes, las que también visitan el jardín, de las cientos que existen en Colombia.

En su vuelo derrochan una energía imposible de igualar, enuncian la vida todo el tiempo, la felicidad de los instantes, dos mundos divididos por un cristal, enmarcados por una naturaleza multicolor, esmerada y cuidada por su dueña, para la felicidad de estos amigos alados, las verdaderas hadas, libres en la tierra, que llegan invitadas y sin serlo, bajo su propia voluntad.


Foto cortesia de Isabel Cristina Benitez. 
En conclusión este mágico jardín, lo que nos expresa es nuestra conexión con la vida, lo frágil y lo hermosa que es, cuanto debemos cuidarla y conservarla, cuan importante es para nosotros y cómo decimos muchos, su corazón esta en nuestras manos.

Les dejo este video para que vean lo hermoso que es y la grata experiencia que se vive, la cual no se deben perder.