Cuando una mujer se enamora por lo general el hombre que no vale la pena tiende a aprovecharse de sus sentimientos y empieza a manipularla, abierta o discretamente.
Los hombres impulsivos o machistas siempre lo harán de manera abierta, pero existen los peores, que son aquellos “inteligentes” y manipuladores que manipulan de manera discreta y sutil.
Es así, bajo la manipulación de un mal hombre, que una mujer deja de ser ella misma y sin darse cuenta también deja de valorarse.
Para saber si un hombre vale la pena sólo necesitas analizar todo el tiempo que has compartido a su lado:
Lo primero que debes analizar es si en algún momento te ha pedido, o bien, exigido que cambies algo que es muy propio de tu personalidad, es decir, alguna actitud tuya que tu familia y amigos sepan que es característico de ti y que les extrañe que ya no la tengas o expreses cuando comúnmente lo hacías.
Que te empiece a prohibir ver a tu familia o a ciertas amistades por celos o simplemente porque no le agrade cierta persona.
Que quiera cambiar parcial o totalmente tu forma de vestir. Hacerte que te sientas mal por tener tu propio espacio y manipularte con ello.
El peor error de una mujer es estar siempre al pendiente de lo que ellos piensan, quieren y desean; el estar al pendiente de sus deseos y necesidades es pasar automáticamente a dejar de ser nosotras mismas. Así se va perdiendo nuestra esencia; y un hombre que en realidad vale la pena no permitirá que eso suceda.
Si tú empiezas a dejar de reaccionar espontáneamente por no saber si tu actitud le agrade o desagrade es momento de ponerte alerta y comenzar a valorarte.
© Autor: Rosa María Rocha Zavala
domingo, 30 de septiembre de 2012
domingo, 23 de septiembre de 2012
No Estás deprimido, estás distraído.
No estás deprimido, estás
distraído. Distraído de la vida que te puebla, distraído de la vida que te
rodea delfines, bosques, mares, montañas, ríos. No caigas en lo que cayó tu
hermano, que sufre por un ser humano, cuando en el mundo hay 5,600 millones.
Además, no es tan malo vivir solo. Yo la paso bien, decidiendo a cada instante
lo que quiero hacer y gracias a la soledad me conozco...... algo fundamental
para vivir.
No caigas en lo que cayó tu
padre, que se siente viejo porque tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía
el éxodo a los 80 y Rubinstein interpretaba como nadie a Chopin a los 90, sólo
por citar dos casos conocidos.
No estás deprimido, estás
distraído. Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te
fue dado. No hiciste ni un solo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser
dueño de nada. Además, la vida no te quita cosas: te libera de cosas... te
aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a
la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones. No
perdiste a nadie: el que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá
vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.
Y del otro lado te espera
gente maravillosa: Gandhi, Miguel Ángel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa,
tu abuela y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque
el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja, porque nos hace
desconfiados.
Haz sólo lo que amas y serás
feliz. El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que
llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será y llegará naturalmente.
No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá
plenitud, y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la
fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi
mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban 3
ó 4 meses de vida.
Dios te puso un ser humano a
cargo y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz. Después podrás
compartir la vida verdadera con los demás. Reconcíliate contigo, ponte frente
al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide
ahora mismo ser feliz, porque la felicidad es una adquisición. Además, la
felicidad no es un derecho, sino un deber; porque si no eres feliz, estás
amargando a todo el barrio.
Un solo hombre que no tuvo
ni talento ni valor para vivir, mandó matar a seis millones de hermanos judíos.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto que
sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las
flores de la primavera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los
tacos mexicanos, el Pisco peruano, los mares y los ríos, el fútbol de los
brasileños, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro
Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman, la música de Mahler,
Mozart, Chopin, Beethoven; las pinturas de Caravaggio, Rembrandt, Velázquez,
Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.
Y si tienes cáncer o SIDA,
pueden pasar dos cosas y las dos son buenas: si te gana, te libera del cuerpo
que es tan molesto (tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo
razón, tengo dudas)...y si le ganas, serás más humilde, más agradecido... por
lo tanto, fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la
responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente,
como debe ser.
No estás deprimido, estás
desocupado. Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo.
Ayuda a los viejos y los jóvenes: te ayudarán cuando lo seas. Además, el
servicio es una felicidad segura, como gozar a la naturaleza y cuidarla para el
que vendrá. Da sin medida y te darán sin medida. Ama hasta convertirte en lo
amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor.
Y que no te confundan unos
pocos homicidas y suicidas. El bien es mayoría, pero no se nota porque es
silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que
destruye, hay millones de caricias que alimentan a la vida. Vale la pena,
¿verdad?.
Si Dios tuviera un
refrigerador, tendría tu foto pegada en él.
Si El tuviera una cartera,
tu foto estaría dentro de ella.
El te manda flores cada
primavera.
El te manda un amanecer cada
mañana.
Cada vez que tú quieres
hablar, El te escucha.
El puede vivir en cualquier
parte del universo, pero El escogió Tu corazón.
Enfréntalo, amigo -El está
loco por ti!.
Dios no te prometió días sin
dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia, pero El si prometió fuerzas para cada
día, consuelo para las lágrimas, y luz para el camino.
"Cuando la vida te
presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y un razones por
las cuales sonreír"
Facundo Cabral.
martes, 18 de septiembre de 2012
La anorexia mucho más que una enfermedad.
Todo comenzó un día aparentemente importante para mi, tenía una cita con un hombre que siempre me había importado. Por un lado lo que sucedió aquel día no solo me sirvió para darme cuenta quien era él en realidad, sino para darme cuenta de lo que estaba sucediendo conmigo misma.
El dia comenzó muy agitado y lleno de problemas, debí sospechar que lo que pasaría después no sería nada bueno, cosa que sucedió tal cual, pero lo que de verdad importó fue que al final de este entendí en lo que me había convertido.
Ese día como otros más, no almorcé, no lo consideré importante, tenía otras cosas de que ocuparme y además no sentí hambre, estaba más enfrascada en mis sentimientos que en mi propio bienestar, al final del día cuando llegué a casa, decepcionada y entristecida, me miré en un espejo gigante que hay en la entrada principal de mi casa, un espejo de cuerpo entero, en el que me veo a diario y no había descubierto en la situación en la que me encontraba.
Me vi tal cual como estaba, como si me hubiera destapado los ojos o hubiera encendido la luz, me vi pálida y ojerosa, por supuesto sin almorzar y con un café apenas de desayuno, y lo que más me asustó, me vi extremadamente delgada, al día siguiente me subí a la báscula de mi gimnasio y cual fue mi sorpresa, estaba pesando 47Kg, algo extremo para mi estatura, 163cm.
En cuanto le conté a mi mamá obviamente se alarmó e inmediatamente me llevó al médico y como era de suponerse era mucho más que una enfermedad, se trataba de mi situación emocional, que al parecer estaba bien, no eran asuntos de amores fallidos ni nada por el estilo, eso al parecer ese día también había quedado superado, se trataba de algo aun más profundo, de una vida entera, de algo que no sentí, que no vi, que no entendí, y en lo cual hoy, un poco más de un mes después, aun estoy trabajando.
Afortunadamente solo me encontraba en un punto del asunto en que sin darme cuenta y por tratar de solucionar todos mis problemas, había perdido un poco el apetito, pensé que de vez en cuando el no almorzar no me haría ningún daño, por vivir a las carreras, por no querer perder ni un solo segundo para alcanzar a hacer todo un mismo día, el perfeccionismo, la ansiedad, las presiones de la vida diaria, entre muchas otras cosas que en el momento uno no piensa, pero que silenciosamente van afectando la salud nutricional.
No era depresión, no era por que me sintiera gorda, no era por moda, ni por las causas comunes por las que muchas mujeres se hunden en la anorexia. Era aun más profundo que eso, tal vez las situaciones de mi alma estaban tan insondables como para hallar una explicación valedera, sé que nunca he sido una mujer normal, pero el aceptarlo hoy por hoy me ayuda para aprender a estar mejor.
He trabajado todo este tiempo en organizar mi vida de tal manera que yo debo ser lo más importante, he regulado mis comidas y no ha sido nada del otro mundo, simplemente desayunar bien, almorzar siempre y comer, costumbre que había dejado años atrás.
He trabajado también en acompasar mi corazón con las profundidades de mi alma, para que mis días sean más llevaderos, para poder aceptar el amor que me ofrecen, para vivir mejor y más tranquila.
Hoy me sentí feliz por que llegué a mi peso ideal sin mucho esfuerzo (54Kg) y de verdad que los resultados son notorios y satisfactorios, me veo mucho mejor, recuperé el buen semblante, la piel se me ve mejor, más luminosa y suave, volví a dormir bien, me siento feliz y llena de energía. Y lo más importante de todo fue, que al estar en el umbral de algo que pensé a mi nunca me iba a pasar, me puse en los zapatos de aquellos que padecen esta terrible enfermedad, que los laberintos tortuosos de las almas humanas son muy fáciles de invadir, por lo que no hay que juzgar a los demás, más bien hay que saber entenderlos, ayudarlos y sobretodo apoyarlos para que no se hundan hasta perderse para siempre.
Y que hay que tener mucho cuidado, hay situaciones que llegan a nosotros incluso sin darnos cuenta, o a los seres que más amamos, hay que estar atentos, no dejar pasar la vida enfrascados en los problemas, hay que aprender a ser felices cada día, cada día...
Pau.
El dia comenzó muy agitado y lleno de problemas, debí sospechar que lo que pasaría después no sería nada bueno, cosa que sucedió tal cual, pero lo que de verdad importó fue que al final de este entendí en lo que me había convertido.
Ese día como otros más, no almorcé, no lo consideré importante, tenía otras cosas de que ocuparme y además no sentí hambre, estaba más enfrascada en mis sentimientos que en mi propio bienestar, al final del día cuando llegué a casa, decepcionada y entristecida, me miré en un espejo gigante que hay en la entrada principal de mi casa, un espejo de cuerpo entero, en el que me veo a diario y no había descubierto en la situación en la que me encontraba.
Me vi tal cual como estaba, como si me hubiera destapado los ojos o hubiera encendido la luz, me vi pálida y ojerosa, por supuesto sin almorzar y con un café apenas de desayuno, y lo que más me asustó, me vi extremadamente delgada, al día siguiente me subí a la báscula de mi gimnasio y cual fue mi sorpresa, estaba pesando 47Kg, algo extremo para mi estatura, 163cm.
En cuanto le conté a mi mamá obviamente se alarmó e inmediatamente me llevó al médico y como era de suponerse era mucho más que una enfermedad, se trataba de mi situación emocional, que al parecer estaba bien, no eran asuntos de amores fallidos ni nada por el estilo, eso al parecer ese día también había quedado superado, se trataba de algo aun más profundo, de una vida entera, de algo que no sentí, que no vi, que no entendí, y en lo cual hoy, un poco más de un mes después, aun estoy trabajando.
Afortunadamente solo me encontraba en un punto del asunto en que sin darme cuenta y por tratar de solucionar todos mis problemas, había perdido un poco el apetito, pensé que de vez en cuando el no almorzar no me haría ningún daño, por vivir a las carreras, por no querer perder ni un solo segundo para alcanzar a hacer todo un mismo día, el perfeccionismo, la ansiedad, las presiones de la vida diaria, entre muchas otras cosas que en el momento uno no piensa, pero que silenciosamente van afectando la salud nutricional.
No era depresión, no era por que me sintiera gorda, no era por moda, ni por las causas comunes por las que muchas mujeres se hunden en la anorexia. Era aun más profundo que eso, tal vez las situaciones de mi alma estaban tan insondables como para hallar una explicación valedera, sé que nunca he sido una mujer normal, pero el aceptarlo hoy por hoy me ayuda para aprender a estar mejor.
He trabajado todo este tiempo en organizar mi vida de tal manera que yo debo ser lo más importante, he regulado mis comidas y no ha sido nada del otro mundo, simplemente desayunar bien, almorzar siempre y comer, costumbre que había dejado años atrás.
He trabajado también en acompasar mi corazón con las profundidades de mi alma, para que mis días sean más llevaderos, para poder aceptar el amor que me ofrecen, para vivir mejor y más tranquila.
Hoy me sentí feliz por que llegué a mi peso ideal sin mucho esfuerzo (54Kg) y de verdad que los resultados son notorios y satisfactorios, me veo mucho mejor, recuperé el buen semblante, la piel se me ve mejor, más luminosa y suave, volví a dormir bien, me siento feliz y llena de energía. Y lo más importante de todo fue, que al estar en el umbral de algo que pensé a mi nunca me iba a pasar, me puse en los zapatos de aquellos que padecen esta terrible enfermedad, que los laberintos tortuosos de las almas humanas son muy fáciles de invadir, por lo que no hay que juzgar a los demás, más bien hay que saber entenderlos, ayudarlos y sobretodo apoyarlos para que no se hundan hasta perderse para siempre.
Y que hay que tener mucho cuidado, hay situaciones que llegan a nosotros incluso sin darnos cuenta, o a los seres que más amamos, hay que estar atentos, no dejar pasar la vida enfrascados en los problemas, hay que aprender a ser felices cada día, cada día...
Pau.
viernes, 7 de septiembre de 2012
El jardin encantado
Como sacada de una de las historias fantásticas de Garcia Marquez, me encontré esta casa en San Francisco, un pueblo ubicado a unos cuantos kilómetros de Bogotá.
Hacia tiempo no visitaba este pueblo, quiero decir hace bastantes años y cuando llegue a el lo encontré apacible y encantador, pasamos un día grandioso y nos divertimos bastante.
Foto Cortesia de Isabel Cristina Benitez. |
Un jardín a donde llegan los picaflores de todos los tamaños y colores, ahí pensé que esto suele suceder en nuestro diverso e interesante país.
La historia de esta casa, cuya vida multicolor transcurre en su hermoso Jardín, comenzó con su interesante dueña, una señora que un día comenzó a darles néctar a los picaflores, con el transcurrir de los días poco a poco los picaflores o colibríes fueros llegando aun más a su jardín, la gente que iba a visitarla decía que estaba loca y se reían de ella, poco a poco y por la belleza que ofrecía el espectáculo de los picaflores, más y más gente continuaba visitándola. Ahora es paso obligado para coterráneos y extranjeros.
Foto cortesia de Isabel Cristina Benitez. |
Son aproximadamente más de veinte especies de colibríes, las que también visitan el jardín, de las cientos que existen en Colombia.
En su vuelo derrochan una energía imposible de igualar, enuncian la vida todo el tiempo, la felicidad de los instantes, dos mundos divididos por un cristal, enmarcados por una naturaleza multicolor, esmerada y cuidada por su dueña, para la felicidad de estos amigos alados, las verdaderas hadas, libres en la tierra, que llegan invitadas y sin serlo, bajo su propia voluntad.
Foto cortesia de Isabel Cristina Benitez. |
Les dejo este video para que vean lo hermoso que es y la grata experiencia que se vive, la cual no se deben perder.
martes, 4 de septiembre de 2012
Gran sueño
Tuve un sueño, y es mío, sólo mío, ha sido mi amigo desde que era solo una niña. Tiene una vida, tiene un corazón, tiene un alma y ha sido una parte, de todo lo que esta mujer le da al mundo.
Y es un gran sueño, lo suficientemente grande para compartirlo, es cómo un arcoiris colgado en el aire.
Y le agradezco a Dios por hacerlo realidad, eso me hace pensar que tal vez, Dios también es una mujer.
Hay luna llena esta noche y me baño en su luz, desnuda como el día en que nací. No hay vergüenza bajo este cielo, he besado el pasado del que me despedí y reparado mi roto y desgarrado corazón.
Con un dulce sonido, que solo yo puedo hacer, que se hace más fuerte con cada respiro que tomo y lo es todo, aparte de hacerme sentir nueva.
Me hace pensar que Dios también es una mujer...me hace pensar que Dios también es una mujer!
Y es un gran sueño, lo suficientemente grande para compartirlo, es cómo un arcoiris colgado en el aire.
Y le agradezco a Dios por hacerlo realidad, eso me hace pensar que tal vez, Dios también es una mujer.
Hay luna llena esta noche y me baño en su luz, desnuda como el día en que nací. No hay vergüenza bajo este cielo, he besado el pasado del que me despedí y reparado mi roto y desgarrado corazón.
Con un dulce sonido, que solo yo puedo hacer, que se hace más fuerte con cada respiro que tomo y lo es todo, aparte de hacerme sentir nueva.
Me hace pensar que Dios también es una mujer...me hace pensar que Dios también es una mujer!
domingo, 2 de septiembre de 2012
Vale la pena leerlo
Lo encontré en Facebook y me encantó!
Una mañana agitada, a las 8:30, cuando un señor mayor de unos 80 años, llegó al hospital para que le retiraran los puntos de su pulgar.
El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00 am, el doctor le pidio que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora. Lo vio mirando su reloj y decidió, examinar su herida.
Mientras lo curaba le pregunto si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado. El señor le dijo que no, que necesitaba ir al geríatrico para desayunar con su esposa. El doctor le pregunto sobre la salud de ella: El le respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer. Le pregunto si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde: Le respondió que hacia tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo.
El doctor sorprendido entonces le pregunto: 'Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quien es usted?' El sonrió y le dijo:"Ella no sabe quien soy, pero yo aún se quien es ella y la amo ." Al doctor se le erizó la piel, y tuvo que contener las lágrimas mientras él señor se iba, y penso, "Ese es el tipo de Amor que quiero en mi Vida.
"El Amor Verdadero no es físico, ni romantico. El Amor Verdadero es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será y no serás en la vida . La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo; ellos sólo hacen todo, lo mejor que pueden.
La vida no se trata de sobrevivir a una tempestad, se trata de saber como BAILAR BAJO LA LLUVIA!!
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